Instrumento de tortura cuyo nombre se atribuye a Falaris, tirano de Sicilia, muerto en el año 554 a. C.los enjuiciados eran introducidos dentro de una efigie de bronce hueca con forma de toro.Esta misma era colocada encima de una hoguera, con lo que la temperatura del interior aumentaba como en un horno. Los gritos de las víctimas salían por la boca del toro, haciendo parecer que la figura mugía.
Cuenta la leyenda que su diseñador, Perilo, el cual murió al ser introducido en su propia creación por los subordinados de Falaris cuando le presentó el instrumento.
Cuenta la leyenda que su diseñador, Perilo, el cual murió al ser introducido en su propia creación por los subordinados de Falaris cuando le presentó el instrumento.
El humo caliente y las llamas chamuscaban las cejas y pelo, y quemaban la garganta y vías aéreas, dificultando la respiración. Las quemaduras infligen un dolor inmediato e intenso a través de la estimulación de los nociceptores, los nervios del dolor de la piel. El fuego provoca también una rápida respuesta inflamatoria, la cual hace aumentar la sensibilidad al dolor en los tejidos heridos y áreas circundantes.
A medida que aumenta la intensidad del fuego, se pierde algo de sensibilidad pero no demasiado los glóbulos oculares estallarán al contacto con el fuego.
Esto era solo un poco de lo que sentian los introducidos a este cruel castigo